El fiscal presentó pruebas contundentes contra Akilov
Durante el segundo día de audiencias en el proceso en contra de Rakhmat Akilov, el miércoles de la semana pasada, el fiscal, Hans Ihrman, concluyó la exposición del desarrollo de los hechos.
Y presentó pruebas contundentes. Fotos, videos y chats de Akilov demuestran que éste estuvo en contacto con otras personas antes, durante y después del atentado.
El día anterior al atentado, Akilov juró fidelidad al Califa Ibrahim. Y, antes de tomar el metro a Estocolmo, el 7 de abril, envió otro video donde decía: “Hermanos, es hora de matar infieles”.
Por: Marisol Aliaga
Todo estaba minuciosamente planificado.
En el segundo día de audiencias del juicio en contra de Rakhmat Akilov, el fiscal, Hans Ihrman concluyó con la presentación de los hechos.
Al fin de la jornada se decidió que las audiencias se reanudarán el próximo martes, entonces será el turno del imputado de responder a las preguntas de los fiscales y de los representantes legales de la parte querellante, que son 145. Los querellantes son en total 150. 155 si se cuentan las víctimas fatales.
Y se repitió la misma escena del día anterior. A las 09.45 horas, se abrieron las puertas de la sala del Juzgado de Primera Instancia de Estocolmo, e hicieron entrada los jueces, fiscales y abogados. Como el día anterior, Akilov entró por la puerta de la izquierda, vistiendo una chaqueta de fleece y pantalones verdes. Cabizbajo, a excepción de una mirada furtiva a la sala donde se encuentra la prensa, detrás de una ventana a prueba de balas. Antes de tomar asiento, un guardia lo liberó de las esposas.
La seguridad es rigurosa. Todos quienes asisten a las audiencias deben someterse al control de seguridad típico de los aeropuertos.
Akilov lucía aún más demacrado que el día anterior, pero siguió con atención todo lo que se decía en la corte, a excepción de cuando el fiscal mostró las imágenes captadas por cámaras de seguridad, donde se ve el devastador efecto del paso del camión.
Con ayuda de alta tecnología y apoyado en los historiales de las llamadas telefónicas hechas por Akilov desde el 16 de enero de 2017, el fiscal mostró que éste estuvo todo el momento en contacto con representantes del Estado Islámico, en distintos países. Gracias a las fotografías captadas por los peritos policiales, se hizo una reconstrucción en 3D, del lugar del crimen: más de 400 metros palmo a palmo.
El fiscal mostró además imágenes captadas por las cámaras de seguridad de distintos centros comerciales de la calle Drottninggatan, que, por la magnitud del espacio, se dividió en zonas.
Imágenes impactantes en las que se aprecia la velocidad del camión que, a más de 60 kilómetros por hora, arrasó con todo lo que pilló a su paso.
No todas fueron mostradas a la prensa, antes de la pausa del mediodía, los periodistas que estábamos cubriendo la audiencia, tuvimos que abandonar la sala.
- Este juicio es tremendamente difícil para los querellantes. Estas imágenes muestran los últimos instantes de vida de algunas de las víctimas. Por respeto a ellas, hemos decidido que se haga a puertas cerradas, dijo Jessica Sandberg, representante legal de 13 querellantes.
La abogada explicó además que lo ocurrido “es un atentado terrorista que ha estremecido no solamente a los querellantes, sino también a todo el país. No hemos tenido un atentado terrorista de esta magnitud anteriormente, por ende, es muy duro para ellos”.
La fiscalía presentó contundentes pruebas técnicas, con lujo de detalles.
Minuto a minuto del día 7 de abril de 2017, el fiscal fue explicando lo que el imputado había hecho. Cada llamada, cada chat, cada video que envió desde su celular (historial que debió ser traducido al sueco). Fuera de eso, gracias a las cámaras de seguridad de las líneas del metro, apostadas en las calles, en restaurantes y tiendas, se pudo seguir paso a paso a Rakhmat Akilov, desde que salió de su casa, en dirección al centro de la capital.

Akilov, captado por una cámara de seguridad en Vårby. Foto: Polisen.
Anteriormente éste había preparado todo lo que necesitaba. Gracias a instrucciones recibidas en su celular, había fabricado una bomba, consistente en cinco botellas de gas butano, a las cuales les había adherido, con cinta adhesiva, 5 hojas de cuchillo de alfombras, además de una gran cantidad de clavos y de tornillos.
Este aparato explosivo, más un cuchillo de cocina de color rojo lo había depositado en el bolso que portaba ese día, siguiendo las instrucciones al pie de la letra, e inspirado en los atentados en Francia, Alemania y Barcelona (como también lo mostró el fiscal).

El artefacto explosivo que Akilov portaba consigo el 7 de abril. Foto: Polisen.
Temprano por la mañana del mismo día, había escuchado en su celular, un discurso de un representante del Estado Islámico, un homenaje al “Profeta” donde se decía que “El Estado Islámico es la única medicina contra la maldad”. Luego había chateado con dos personas y les había enviado una foto de la bomba que había fabricado.
A las 12:47 horas, y luego de comprar snus en el quiosco, toma el metro hacia T-Central. Antes de abordar el tren, se toma una foto apuntando con el dedo índice, y la envía a sus contactos.
A las 13:15, una cámara lo capta, cuando cambia de tren, en dirección a Odenplan. Cerca de esta estación, sale a la calle y graba un video, que también envía a sus contactos. Advierte que no hablará mucho: ”La paz sea con vosotros y bendiciones para todos ustedes, mis hermanos que están en Zello junto al maestro Shahomada y escuchan mi verso. Mis hermanos, ha llegado la hora de Levante. Pónganse de pie, ahora es tiempo de matar los infieles”, dice, en un trozo de su arenga.
Acto seguido, deambula por las calles aledañas, en busca de un vehículo de carga. A las 14:24 horas, frente al restaurante Caliente, en la calle Adolf Fredrik kyrkogata, encuentra un camión con las llaves en el control de mando. El chofer se encontraba descargando la mercadería. Se sube al pesado vehículo, se saca otra foto que envía a sus contactos y pone en marcha el camión. Da unas vueltas por las calles aledañas, al principio en dirección contraria, y chocando con algunos coches aparcados.

Los leones ubicados en Drottninggatan. Foto: Polisen.
Luego de una velocidad lenta, toma finalmente Drottninggatan en dirección a Sergelstorg. Y comienza a acelerar. Gracias a las cámaras de las calles, los expertos pudieron calcular la velocidad del camión: una media de más de 60 kilómetros por hora, en una calle colmada de transeúntes.
Pasa a llevar los leones de cemento que se suponen eran obstáculos para los vehículos pesados. “Los leones vuelan como guantes”, dice el fiscal. Uno de estos (pesan 900 kilos) se atasca en el parachoques y es arrastrado 250 metros, antes de aterrizar en una tienda. Algunas personas son alcanzadas por la mole de cemento.
Las víctimas que fueron alcanzadas por el camión son encontradas a varios metros del lugar del impacto. Un padre arranca a su hijo de su coche y lo tira por los aires. El niño salva la vida, su padre fallece en el acto.
Ebba Åkerlund, de 11 años, iba a encontrarse con su madre, como de costumbre, en Drottninggatan. Sus padres recibieron la mala noticia de que era una de las víctimas a las cinco de la mañana del día siguiente, luego de largas horas de incertidumbre y de escuchar en todos los hospitales que no habían niños, entre las víctimas.

Fotos de la calle Drottninggatan tomadas de Google maps para la investigación preliminar.
Para ilustrar el escaso espacio entre el camión y la muralla, el fiscal hizo uso de una cuerda, mostrando un metro. Esa fue la distancia que hubo entre el camión y los escaparates de las tiendas. En ciertos tramos, Akilov tuvo que elegir - debido a los bancos ubicados al centro de la calle - tomar su derecha o su izquierda. Con las consecuencias para quienes se encontraban en uno u otro lado.
Al final del recorrido de 40 segundos de horror, el camión choca con otro león de cemento, pierde el control y se estrella contra el escaparate de la tienda Åhléns. Akilov prende la bomba, que no explota, pero que comienza a incendiarse.
De haber estallado, habría alcanzado a las numerosas personas que en esos momentos no entendían que esto podía suceder, y se acercaban al camión.
Cuando su pantalón prende fuego, Akilov, herido, abandona el camión saltando a través del parabrisas. Al poco tiempo, la policía publica una foto del sospechoso y, gracias a la imagen y a los numerosos tips de la población, el hombre es atrapado faltando cinco minutos para las ocho de la noche, en las afueras de Märsta, al norte de Estocolmo.

Rakhmat Akilov, al momento de su detención. Foto: Polisen.
Desde entonces ha estado recluido en una celda, vigilado las 24 horas del día y sin que se apague nunca la luz. ¿La razón? El inminente riesgo de suicidio.
El fiscal presentó también en la segunda jornada de audiencias una animación del recorrido del camión, desde que Akilov lo abordó, hasta que se estrelló con el escaparate, desde tres puntos de vista distintos: a dos metros de distancia antes del vehículo, a dos metros detrás y desde la perspectiva del chofer. Impactante recreación ante la cual el imputado reaccionó con desgano. Más bien agachó aún más la cabeza.
Hans Ihrman explicó también que en el bolsillo de la chaqueta de Akilov se había encontrado fragmento del vidrio del parabrisas del camión, de acuerdo con los peritajes y el dictamen de laboratorio. También se realizaron pruebas de ADN.
Porque, como ya lo hemos dicho anteriormente, de poco vale que el imputado se haya declarado culpable. Es necesario que el fiscal presente las pruebas técnicas que atan a éste al delito del cual se le acusa.
De este modo, la fiscalía presentó hechos que señalan que el atentado sembró el miedo y el caos en la población. Con fotos de la gente que, a pie, se dirigía a sus hogares, y la plaza de Sergelstorg, que acostumbra bullir de gente, completamente vacía, un viernes por la tarde.
La meta principal del fiscal es demostrar que este fue un acto terrorista que estuvo dirigido no solo hacia unas personas, sino hacia todo el país.
Los fiscales deben probar que “la acción provocó una crisis que significó una fuerte carga sobre la sociedad que se vio amenazada en sus valores y funciones fundamentales”.
Este martes, Rakhmat Akilov deberá explicar los motivos que tuvo para causar el pánico en Estocolmo, ese fatídico 7 de abril de 2017.
La entrada al tribunal. Drottninggatan después del atentado. Rakhmat Akilov. Foto:Metro.se.

Vårby, la zona donde Akilov tomó el metro hacia el centro de Estocolmo. Foto: Polisen.