En un editorial sin firma, el vespertino Expressen se refiere al conflicto entre el dueño de Tesla y el sindicato sueco IF Metall.
“El ego Musk no tiene nada que hacer en las carreteras suecas si no comprende las reglas del tráfico. Tendrá que conformarse con colonizar Marte.”
Fuente: Expressen. Consejo editorial. 28 de octubre de 2023
Ser un emprendedor exitoso no te da vía libre en el mercado laboral. Elon Musk y su Tesla deberían adaptarse al modelo sueco.
IF Metall lleva seis años intentando conseguir un convenio colectivo para los 130 mecánicos de automóviles de los talleres de Tesla en Suecia. Pero la empresa [de Elon Musk] no está interesada.
Por lo tanto, la huelga anunciada – como se acostumbra en Suecia – comenzó el viernes. Por supuesto, los directivos no estaban contentos. El periódico sindicalista Dagens arbete muestra capturas de pantalla en las que Kim Jensen, gerente de Tesla en los países nórdicos, asegura a los gerentes locales que organizarán de manera centralizada el apoyo a los talleres que necesiten personal. Lo cual va en contra de toda la tradición en conflicto.
Si Tesla no muestra buena voluntad, la huelga se extenderá a otros talleres. Y el sindicato de Transportes ha anunciado que se negarán a descargar los coches eléctricos que lleguen en barco.
A lo largo de los años, los sindicatos han exigido convenios colectivos e iniciado acciones industriales contra empresas muy pequeñas, donde los empleados han estado satisfechos con sus acuerdos locales. Esto ha resultado ser contraproducente.
Pero Tesla no es una empresa pequeña y no todos los mecánicos de automóviles están contentos con sus condiciones laborales. El sindicato Metall cree que las jubilaciones y los seguros laborales son demasiado deficientes.
Las relaciones respetuosas entre empleadores y sindicatos hacen que las empresas sean rentables a largo plazo.
Si las medianas y grandes empresas se niegan a sumarse al modelo sueco, si no entienden que «en Suecia tenemos un sistema», existe riesgo de que esto se expanda. Habrá más huelgas, lo que a la larga será perjudicial tanto para los empleados como para las empresas.
El ego gigante de Elon Musk no se rendirá. Los empresarios engrandecidos, que se han vuelto más ricos de lo que pueden contar, a menudo toman su éxito como prueba de que lo están haciendo todo bien.
Esto también se aplica a empresas suecas. La empresa de pagos Klarna tampoco ha firmado ningún convenio colectivo. El director general y uno de sus fundadores, Sebastian Siemiatkowski, no entiende para qué sirve.
Luego de muchos años de negociaciones, el sindicato Unionen y los ingenieros suecos han anunciado una huelga en la sede central de Estocolmo a partir del 7 de noviembre. Allí trabajan unas 2.000 personas.
Los sindicatos quieren mejores condiciones de seguridad, auditorías salariales anuales y derecho a influir en las decisiones.
Cuando Klarna envió el año pasado un correo electrónico a 700 empleados diciéndoles que ya no los necesitaban, los activistas sindicales se sorprendieron: cinco de cada nueve miembros del club recibieron el correo electrónico.
Por supuesto, las empresas tienen que despedir personal cuando el negocio va mal. Pero es una buena práctica informar a los sindicatos y dejarles influir, en la práctica generalmente de forma marginal.
El trabajo respetuoso entre las partes es lo que hace que las empresas sean rentables a largo plazo. Ser gobernado por un jefe caprichoso que cree que el director ejecutivo y los obreros tienen los mismos intereses en todo momento da lugar a amargura y a lucha.
Los empresarios exitosos deberían poner su energía en aquello en lo que realmente son buenos, encontrar nuevas soluciones creativas para la movilidad, la logística o algo completamente distinto.
Sus intentos de revolucionar el mercado laboral sueco están condenados al fracaso.
El egocéntrico Musk no tiene nada que hacer en las carreteras suecas si no comprende las reglas del tráfico. Tendrá que conformarse con colonizar Marte.
Pie de foto: El taller de Tesla en Segeltorp fue uno de los siete en huelga del sindicato IF Metall. Elon Musk con su disfraz de Halloween del año pasado. Foto: captura de pantalla Expressen.