Dawitt Isaak recibe el Premio Edelstam 2024

SUECIA – SOCIEDAD
La fundación Harald Edelstam anunció en un comunicado de prensa este lunes que el periodista sueco-eritreo Dawit Isaak recibe el Premio Edelstam 2024. “Por su destacado esfuerzo y su excepcional coraje al defender la libertad de expresión, sus convicciones y los derechos humanos”.
Dawit Isaak se encuentra encarcelado en Eritrea desde 2001, es un preso de conciencia y el periodista que más tiempo ha permanecido privado de su libertad en el mundo. Su hija, Betlehem Isaak, recibirá el premio en su nombre el 19 de noviembre en la Casa de la Nobleza, en Estocolmo.

Fuente: Fundación Harald Edelstam

A continuación, el comunicado de prensa de la Fundación Harald Edelstam:

COMUNICADO DE PRENSA 

Estocolmo, 11 de noviembre 2024 

EL PERIODISTA ENCARCELADO ARBITRARIAMENTE DURANTE MAS TIEMPO EN EL MUNDO RECIBE EL PREMIO EDELSTAM 

El Premio Edelstam 2024 se otorga al Sr. Dawit Isaak por sus destacadas contribuciones y su excepcional coraje en la defensa de la libertad de expresión, las propias creencias y los derechos humanos. El premio se entregará durante una ceremonia en la Casa de la Nobleza en Estocolmo, Suecia, el 19 de noviembre de 2024. Como Dawit Isaak es un preso de conciencia y el periodista que más tiempo ha permanecido detenido en el mundo, no puede estar presente. Su hija, Betlehem Isaak, recibirá el premio en su nombre. 

Dawit Isaak, periodista sueco-eritreo y defensor de los derechos humanos, fue uno de los fundadores de Setit, el primer periódico independiente de Eritrea. Las críticas por él publicadas al gobierno eritreo y su defensa de los derechos humanos, abogando por la reforma democrática y la libertad de expresión, llevaron a su detención en septiembre de 2001, durante una ofensiva contra periodistas y políticos independientes que reclamaban elecciones. 

Defendiendo los derechos humanos y los principios democráticos 

Debido a su labor de defensa de los derechos humanos y de la reforma democrática, Dawit Isaak no podrá recibir su premio en Suecia, ya que es el periodista que lleva más tiempo detenido en el mundo, junto con sus colegas, y se encuentra recluido en régimen de incomunicación sin cargos ni acceso a asistencia jurídica ni a juicio desde hace más de 23 años. 

“El Sr. Dawit Isaak, demostrando un extraordinario coraje, ha seguido escribiendo y criticando al gobierno eritreo y ha demostrado un gran compromiso con la libertad de expresión e información, a pesar del acoso, las amenazas y los interrogatorios continuados del gobierno. El Sr. Dawit Isaak ha seguido defendiendo, más allá de su interés personal, los principios de los derechos humanos y la democracia. Su castigo, su detención ilegal perpetua, sin ser acusado nunca de ningún delito, indefenso y privado de sus derechos básicos sin juicio, su condición de facto de muerte civil es insostenible”, afirma Caroline Edelstam, presidenta del jurado del Premio Edelstam y cofundadora de la Fundación Edelstam. 

“Donde la prensa es libre y todo el mundo sabe leer, todo está a salvo. Nuestra libertad depende de la libertad de prensa, y ésta no puede limitarse sin perderse.” Thomas Jefferson, 1816. 

Impunidad y desaparición forzada 

La Fundación Edelstam hace un llamado a las autoridades eritreas para que liberen a Dawit Isaak y a otros presos de conciencia, periodistas encarcelados y políticos reformistas. Además, la Fundación insta al gobierno de Eritrea a que revele de inmediato el paradero de Dawit Isaak y respete sus derechos legales, incluido el acceso a asistencia consular y representación legal. 

“El Sr. Dawit Isaak es el periodista que lleva más tiempo detenido en el mundo. Estamos muy preocupados por su salud y se desconoce su paradero, no está acusado de ningún delito y se le ha negado el acceso de su familia, la asistencia consular y el derecho a asistencia jurídica; en la práctica, se trata de una desaparición forzada. Eritrea restringe sistemáticamente una amplia gama de derechos humanos fundamentales, incluida la libertad de expresión, asociación, reunión e información, mediante la censura, arrestos arbitrarios, detenciones sin juicio y tortura sistemática y generalizada. Las redadas masivas y los arrestos arbitrarios, así como la detención de periodistas y defensores de los derechos humanos sin juicio, no son excepcionales”, afirma Caroline Edelstam, presidenta del jurado del Premio Edelstam. 

El deber de la comunidad internacional de ejercer presión sobre Eritrea y Suecia

La comunidad internacional tiene el deber de actuar para prevenir el genocidio y otros abusos gravísimos cuando las autoridades nacionales no respetan ni garantizan los derechos humanos fundamentales o no cumplen con sus obligaciones. La Fundación Edelstam hace un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe, ya que los gobiernos de Eritrea y Suecia no están protegiendo a su propio ciudadano, Dawit Isaak, desde una perspectiva humanitaria, de seguridad y de derechos humanos, y no están cumpliendo con sus obligaciones con arreglo al derecho internacional. 

“Es importante encontrar formas de hacer cumplir el derecho nacional e internacional y promover la responsabilidad por los abusos más graves de los derechos humanos. Cuando se han cometido violaciones, los Estados deben asumir su responsabilidad. La comunidad internacional también tiene la responsabilidad de establecer la justicia, garantizar la protección de las víctimas y defender el principio de que nadie está por encima de la ley. Los países democráticos deben ejercer presión sobre el responsable, en este caso Eritrea, lo que es esencial y podría tener un efecto notable. Las desapariciones forzadas y la persecución de periodistas son graves violaciones de los derechos humanos. Como nos enseñó James Joyce, debemos insistir rezando: Danos hoy nuestra prensa de cada día. Estos abusos son actos criminales, sin excepción y sin importar las circunstancias, incluido el estado de guerra, el estado de excepción o la seguridad nacional. De acuerdo con el derecho internacional, los familiares de los desaparecidos también son reconocidos como víctimas de desaparición forzada”, afirma Caroline Edelstam, presidenta del jurado del Premio Edelstam. 

La motivación del jurado del Premio Edelstam 

Dawit Isaak es ciudadano sueco-eritreo. Nació en Eritrea bajo la ocupación etíope y se apasionó por la historia y la literatura, inspirado por su madre. En la escuela secundaria, escribió una obra de teatro sobre la censura que fue prohibida por desafiar el status quo político. A la edad de 21 años, huyó a Suecia en busca de seguridad durante la guerra de liberación de Eritrea y se le reconoció el estatuto de refugiado. La razón por la que huyó a Suecia fue que tenía referencias de otros eritreos exiliados y que admiraba la sociedad libre de Suecia, los medios de comunicación y la capacidad de la gente de expresar libremente sus opiniones sin ser castigados por ello. 

Después de que Eritrea obtuvo la independencia en 1993, Dawit Isaak, a pesar de haber recibido la ciudadanía sueca mientras tanto, decidió regresar a Eritrea para ayudar a reconstruir su patria. Se convirtió en editor de Setit, el primer periódico independiente de Eritrea, que criticaba al gobierno y abogaba por los derechos humanos y la democracia. Su trabajo llevó al gobierno a acosarlo y amenazarlo con continuos interrogatorios. Sin embargo, continuó su defensa, más allá de su interés personal, de los principios de los derechos humanos y la democracia. 

Nunca se dio por vencido y, por ser un periodista valiente que se atrevió a publicar cartas abiertas pidiendo reformas democráticas en Setit, terminó siendo detenido arbitrariamente en 2001. Fue recluido en régimen de incomunicación sin juicio y se le negó el acceso a su familia, la asistencia consular y el derecho a asistencia legal –en realidad, una desaparición forzada– durante una ofensiva en la que otros diez periodistas independientes fueron detenidos en septiembre de 2001 junto con once políticos reformistas, miembros del gobierno del presidente eritreo Isaias Afwerki, conocido como el G15, que instaron al gobierno a celebrar elecciones abiertas e implementar una Constitución recién redactada. 

Dawit Isaak siguió escribiendo sobre derechos humanos, elecciones libres y abiertas y criticando al gobierno. Ha seguido influyendo en el pueblo eritreo para que reclame sus derechos fundamentales. Hoy, Dawit Isaak sigue detenido ilegalmente y se le considera uno de los periodistas que lleva más tiempo detenido en el mundo. Ha estado en prisión desde 2001 sin juicio, no ha sido acusado de ningún delito y no se le ha permitido hablar con su abogado. 

Amnistía Internacional ha incluido a Dawit Isaak en la lista de presos de conciencia. 

La Fundación Edelstam hace un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe, ya que los gobiernos de Eritrea y Suecia no están protegiendo a su propio ciudadano, Dawit Isaak, desde una perspectiva humanitaria, de seguridad y de derechos humanos y no están cumpliendo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional. 

Además, la Fundación Edelstam pide respetuosamente a las autoridades del Estado de Eritrea que liberen a Dawit Isaak junto con otros periodistas y miembros del G-15 aún encarcelados y, en cualquier caso, que revelen inmediatamente el paradero de Dawit Isaak y respeten sin demora su derecho a ser visitado y asistido por un abogado y por las autoridades consulares suecas. 

El Premio Edelstam 

El Premio Edelstam, establecido en Suecia, es una recompensa con contenido económico, administrada por la Fundación Harald Edelstam. El Premio Edelstam se otorga por contribuciones importantes y coraje excepcional en la defensa de las propias convicciones a favor de la defensa de los Derechos Humanos. 

El Premio Edelstam recibe su nombre, y es concedido en memoria del Diplomático y Embajador Sueco Harald Edelstam (1913-1989). Harald Edelstam se distinguió como diplomático por su competencia profesional, su valor y su coraje civil, en la lucha por los derechos humanos. Sus acciones memorables en casos específicos contribuyeron a salvar más de mil vidas en peligro. 

El ganador del Premio Edelstam puede ser un particular, o una persona que ocupa un puesto en un Gobierno, o en organizaciones nacionales o internacionales. Debe ser una persona que haya actuado en el espíritu del Embajador Harald Edelstam en un país o países en los que los derechos humanos, de acuerdo con el derecho internacional, hayan sido violados. El galardonado debe haber mostrado capacidades excepcionales en el análisis y manejo de situaciones complejas y en encontrar formas creativas, incluso fuera de lo convencional, para defender los derechos humanos. Es de esperar que el candidato haya sido capaz de adoptar un papel decisivo en una situación compleja para ayudar a personas amenazadas, o directamente, de haber salvado vidas humanas. El coraje civil es una condición fundamental para la selección del candidato. 

El Jurado 

El Jurado Internacional está presidido por Caroline Edelstam, la nieta de Harald Edelstam y co-fundadora de la Fundación Edelstam. Otros miembros del Jurado son la Jueza Shirin Ebadi, Premio Nobel de la Paz en 2003 representando a Asia; Africa está representado por la Dra. Fatou Bensouda, ex Fiscal Jefa de la Corte Penal Internacional (CPI). La Embajadora Eileen Donahoe, Directora Ejecutiva del Global Digital Policy Incubator en el Stanford University’s Center for Democracy, Development and the Rule of Law y ex- embajadora de Estados Unidos ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, representa al Norte de América. El Profesor Philip Alston, ex Relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza y derechos humanos, representa a Oceanía. Latinoamérica está representado por Magistrada Patricia Linares Prieto, ex Presidenta de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP); y Europa está representada por el ex Juez Baltasar Garzón, anterior Juez Central 

de Instrucción de la Audiencia Nacional, defensor de derechos humanos, y conocido por haber procesado al dictador chileno, General Augusto Pinochet por la muerte y tortura de miles de víctimas de Chile y de otros países.