La fiesta de las fiestas, el banquete Nobel, se celebró hoy en el Ayuntamiento de Estocolmo

Como todos los años, el 10 de diciembre se llevó a cabo la fiesta más importante del año: el banquete Nobel, en el Ayuntamiento de Estocolmo, que iluminó su fachada con un impresionante juego de luces.

A las 13:00 hrs. del mismo martes, los laureados – diez hombres y una mujer, la Nobel de Literatura Han Kang –  habían recibido sus medallas y diplomas de manos del Rey Carl Gustaf en la Casa de Conciertos de la capital sueca. 

Por: Marisol Aliaga

Estocolmo se vistió de fiesta este martes 10 de diciembre para recibir a sus ilustres invitados – los galardonados con el premio Nobel 2024 – con todo el esplendor y el glamur que el pequeño pero bello país del norte puede ofrecer en esta época del año.

Y no es poco, el festival de luces organizado por la Fundación del Nobel dio aún más brillo a la capital escandinava, y el Ayuntamiento de Estocolmo lució esplendoroso, reflejándose en las aguas del Mälaren, la fría noche de diciembre.

El premio Nobel se viene otorgando desde comienzos del siglo, en 1901. El gran científico Alfred Nobel, falleció el 10 de diciembre de 1896, a los 63 años, en San Remo. 

En homenaje a su memoria, esta bella ciudad italiana envía todos los años las 25.000 flores que engalanan el banquete Nobel, en arreglos compuestos por el mejor florista del país. 

El día Nobel arranca con la ceremonia de premiación en la Sala de Conciertos de Estocolmo (Konserthuset) donde el Rey Carl Gustaf entrega los premios Nobel de Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Ciencias Económicas.

Este año recibieron su medalla y diploma diez hombres y una mujer, la Nobel de Literatura, la autora surcoreana Han Kang.

Y por la tarde tuvo lugar la fiesta de las fiestas. 

El imponente salón Azul del ayuntamiento de Estocolmo se llenó de pompa y esplendor, cuando los 1300 comensales tomaron lugar, a las siete de la tarde, para disfrutar de una magnífica cena de tres platos compuesta por la chef Jessie Sommarström y la maestra repostera Frida Bäcke.

Este año el banquete contó con la presencia de la familia real en su totalidad. La princesa Madelaine y su marido están de vuelta en Suecia, luego de una larga estadía en USA. La Fundación Nobel es la anfitriona de la gala y a esta asistieron este año los líderes de todos los partidos políticos, menos uno: Jimmie Åkesson (SD, Demócratas de Suecia). Por supuesto, los científicos ocupan siempre un lugar preponderante, demostrando con creces que no solo son expertos en las Ciencias, sino también en festejar a lo grande con la familia, colegas y amigos. Un ejemplo: el Nobel David Baker viajó a Suecia acompañado de 164 personas, que se alojaron en el Grand Hotel de Estocolmo y festejaron toda la tardenoche.

¿Cuál fue el tema principal de conversación de un banquete que seguramente quedará como un recuerdo inolvidable en vida de todos los comensales? 

La inteligencia artificial, según lograron dilucidar los conductores de la transmisión en la televisión pública sueca. La IA, y la convulsionada situación global actual.

Uno de los galardonados advirtió, en su discurso, sobre los peligros que esta nueva tecnología podría significar para la Humanidad, en tanto que otro se mostró más optimista y se refirió a las muchas aplicaciones de la IA en el diario vivir. 

Sin duda que un evento como este, y sobre todo con el Premio Nobel de la Paz, vino a traer tanto a los galardonados como a quienes pudimos seguir las actividades y la ceremonia, y seguramente también a muchos más, un rayito de esperanza sobre un mundo mejor.

Lo necesitamos. Ahora.