Dos ciudadanos suecos fueron asesinados a tiros en un presunto ataque terrorista la tarde del lunes en Bruselas. En el marco del partido de futbol entre Bélgica y Suecia, dos hinchas suecos fallecieron luego de que un hombre armado con un arma automática les disparara a mansalva. Un tercero resultó herido de gravedad.
El sujeto, identificado como un tunecino de 45 años, publicó más tarde un video en redes sociales confesando su fidelidad al Estado Islámico. “He matado a tres suecos en venganza por los musulmanes”, dijo. Doce horas más tarde fue acribillado por la policía belga.
Por: Marisol Aliaga
El ambiente de fiesta futbolística que se vivía entre la hinchada sueca la tarde del lunes, en el marco del partido de clasificación para la Eurocopa entre Suecia contra Bélgica, fue abruptamente interrumpido, a las 19:15 de la tarde.
En el boulevard Leopold II, junto al canal que corre a través de Bruselas, Abdesalan Lassoued ve a unos hinchas suecos vestidos con las camisetas celeste-amarillas en un taxi, y les dispara, al mismo tiempo que grita “¡Allahu akbar!” (Dios es grande). Uno de ellos muere en el taxi, otro es malherido, en tanto que el tercero trata de escapar. También lo alcanza, y le dispara a la cabeza. Luego se monta en una moto y se aleja del lugar.
Seguidamente, publica un video en Facebook, donde se filma a sí mismo, en chaqueta naranja, diciendo: “Aquí vuestro hermano, Abdelsalam, ha vengado a los musulmanes matando, hasta ahora, a tres suecos. Alabado sea el Señor. Me encontraré con mi Dios, alabado sea en las alturas, contento y feliz”.
Las víctimas fatales son un hombre de 60 y otro de 70 años. El tercero salvó la vida y fue internado en un hospital en Bruselas, de gravedad, pero sin riesgo vital.
El sujeto se aleja rápidamente del lugar en una moto y gritando “¡Allahu akbar!”.
Al mismo tiempo la policía recibe la alarma y comienza la búsqueda. La alarma de peligro de terrorismo sube a 4, en la escala del 1 al 4.
Se supone que no actuó solo por lo que en tanto en el estadio, se suspende el partido a poco de comenzar el segundo tiempo. La selección nacional sueca se niega a seguir el match, y el público recibe las instrucciones de la policía de mantenerse en sus butacas.
– En este momento, este es el lugar más seguro en el que pueden estar, dijo una voz por los parlantes a la hinchada sueca – unas 400 personas – a quienes se les instó a permanecer en el estadio Rey Balduino.
Y allí debieron permanecer hasta la madrugada, siendo evacuados poco a poco y escoltados por la policía belga a sus hoteles. La idea era no dejarlos solos.
Además, se les pidió sacarse las camisetas con los colores nacionales y todos los atuendos que los identificara como ciudadanos suecos.
– Ahora estamos en una situación en la que no sabemos si vamos a terminar el partido. En este momento, estamos seguros y protegidos dentro del estadio, dijo el jefe de seguridad de la Federación Sueca de Fútbol, Martin Fredman, a la media hora de haber comenzado el partido.
En rueda de prensa, un conmocionado capitán del equipo nacional, Janne Andersson manifestó:
Salgo durante el descanso y me encuentro con esta información e inmediatamente siento que es completamente irreal. ¿En qué clase de mundo vivimos hoy? Estoy tremendamente triste. Y cuando comenzamos a hablar de estos con los jugadores, estuvimos cien por ciento de acuerdo en que no queríamos jugar, por respeto a las víctimas que resultaron afectadas y a sus familias.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, constató que se trataba de un “cobarde ataque terrorista”.
Asesinados solo por ser suecos
Tarde por la noche, el primer ministro Ulf Kristersson llamó a rueda de prensa.
– Todo apunta a que se trata de un ataque terrorista dirigido a Suecia y a ciudadanos suecos. Han asesinado a sangre fría a connacionales, simplemente por el hecho de ser suecos.
Pero agregó que “las democracias del mundo libre nos respaldan.
Este miércoles viaja a Bruselas para reunirse con su homólogo Alexander De Croo.
Kristersson hizo hincapié en la importancia de defender la democracia, y el modo de vivir en Suecia, dejando el mensaje de que el país no se debe adaptar a presiones de terroristas. Pero al mismo tiempo constató que “no debemos ser ingenuos” y que es necesario estar alerta.
Las autoridades belgas, por su parte, hicieron un llamamiento a los suecos que viajaron a ver el partido de futbol ser precavidos.
Pasadas doce horas de ocurrido el atentado, y gracias a información de testigos, la policía belga logró dar con el paradero de Abdesalan Lassoued. El presunto asesino se encontraba un café en el barrio de Schaerbeek. En el operativo policial el hombre recibió impactos de bala en el pecho y falleció en la ambulancia, a los minutos después.
En el lugar se encontró un arma, con la que habría perpetrado el ataque. Un arma automática (kalashnikov) la cual no es fácil de conseguir. Por lo tanto la policía de investigación belga comenzó una investigación para descubrir presuntos implicados, aunque se cree que en esta ocasión el terrorista actuó en solitario.
Durante el último tiempo, Suecia ha sufrido constantes amenazas de parte del mundo musulmán, donde se han difundido noticias falsas sobre de que el servicio social sueco secuestra niños de familias musulmanas. Además, ha sido fuertemente criticada por las quemas del Corán, hecho que ha venido sucediendo a menudo.
En países musulmanes se ha difundido la creencia de que el Estado sueco patrocina estos actos, y además ofrece protección policial.
Este ha sido un problema de difícil solución para el gobierno sueco, puesto que, la Constitución protege la libertad de expresión, y aquí se incluyen actos de esta naturaleza.
Sin embargo, las autoridades belgas van a investigar ahora si esto influye negativamente en la seguridad del país, puesto que ambos países comparten el hecho de haber sido objetivos de terrorismo radical islamista.
Durante el martes se supo que Abdesalan Lassoued estuvo en Suecia entre 2012 y 2014, y cumplió aquí pena de prisión por tráfico de cocaína.
Una persona que lo conoció, en su paso por Suecia, declaró al noticiario de SVT que el hombre era “profundamente religioso, pero en lo absoluto radical”.
No obstante, ya en 2016, las autoridades belgas recibieron información de que Lassoued se había radicalizado. En 2020 se le negó su solicitud de asilo y desde esa fecha se encontraba de forma ilegal en Bélgica.
Su esposa (o pareja) se entregó a la policía belga al descubrir el video que el terrorista publicó en las redes. Aseguró que no sabía nada ni era partidaria de lo que Lassoued había perpetrado.
El Estado Islámico, en tanto, reivindicó el ataque. No obstante, el fiscal belga Frederic Van Leeuw declaró que la hipótesis de un “lobo solitario” es las más probable.